Dicen que ya tengo edad de jubilarme, que ha llegado el momento de dejarlo y pasar a otra cosa, de relajarme y disfrutar de una vida más cómoda y sin tantos ajetreos.

 

Pero cómo jubilarme si siento que todavía me hierve la sangre como la de un joven de veinte años que quiere comerse el mundo. Cómo dejarlo ahora que aún tengo tantas cosas que ofrecer a los demás, tantos retos por afrontar y tantas expectativas por cumplir. Ahora que soy respetado por los demás, que me he ganado ese respeto a pulso, de manera honesta y siendo siempre constante. Cómo dejarlo cuando hay tantas personas que creen en mí y quieren que siga con ellos.

 

Me hablan de jubilación pero mi mente está más lucida que nunca y en ella no hay más que nuevos proyectos e ideas por realizar, mi cuerpo está más en forma que nunca y  me pide que me prepare para un nuevo asalto y otro y otro más. Mi corazón late con más fuerza que nunca y mis piernas están preparadas para seguir recorriendo largos caminos.

 

Dicen que me jubile pero no les haré caso. Me llamo GrupVIVÓ y cumplo 65 años