Reducir el desperdicio y optimizar los excedentes alimentarios. Ese es el compromiso que han adquirido un centenar de empresas y asociaciones relacionadas con el sector alimentario, lideradas por la la Asociación Española de Fabricantes y Distribuidores (AECOC). Y es que las cifras no dejaban lugar a dudas sobre la necesidad de una actuación urgente. Todos los años un tercio de los alimentos producidos en el mundo para consumo humano se pierden o desperdician: más de 1.300 millones de toneladas de alimentos que no llegan al consumidor final. La campaña, presentada ayer en público, es pionera en toda Europa y trata de poner un granito de arena en la solución de un problema formado por montañas de comida desperdiciada.

En este sentido, el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete aseguraba ayer que es necesario «educar a la sociedad», por lo que el Gobierno potenciará «la comunicación al consumidor sobre las condiciones y recomendaciones» de consumo, para ayudarle a ser más eficaz y sostenible.

Bajo el lema «La alimentación no tiene desperdicio, aprovécha- la», la campaña hará hincapié en la prevención y el impulso de prácticas de eficiencia, además de intentar aprovechar los excedentes.

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