El agua representa el 60% del peso corporal de un adulto y, aunque el H2O y los electrolitos principales no suelen incluirse en la lista de los nutrientes, son componentes básicos de la dieta.

El organismo elimina agua a través de distintos mecanismos, lo que obliga a compensar el desequilibrio con un aporte externo para evitar la deshidratación.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja que se tome a diario un litro por cada 35 kilos de peso. La edad, el clima o la práctica deportiva pueden elevar esa cantidad. Cualquier tipo de agua que reúna los requisitos de potabilidad es suficiente para mantener la tasa de hidratación.

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